Madrid, 12 de octubre de 2013 – Recordarán nuestros lectores que hace un par de años publicamos un artículo que bajo el título “Sin árbitro a la vista, cada uno mira por lo suyo”, repasaba algunas de injusticias del sistema deportivo impuesto por la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH).
Tiempo ha pasado y, tristemente, las cosas no han mejorado, sino todo lo contrario. Y es que, el presupuesto cada vez más menguado por la crisis del que dispone la federación, cada vez se reparte de manera más arbitraria e injusta, perjudicando gravemente nuestro deporte.
Esta semana conocíamos que el máximo organismo del patinaje en nuestro país, ha excluido (esperamos que sea de manera temporal y que recuperen la cordura) a la Campeona de España Júnior 2012, Marta García, del programa de financiación de competiciones internacionales. El motivo esgrimido era su mal resultado en el pasado mundial júnior, donde finalizó en el puesto 40º y para que el que se había clasificado tras ganar el nacional y acreditar la mínima que le faltaba, la del programa corto, en una prueba internacional pagada de su bolsillo.
García, que este año debutará en la categoría sénior, es la única patinadora que podría ocupar la segunda plaza española para el europeo de 2014, conseguida gracias al séptimo puesto de Sonia Lafuente en Zágreb 2013. El motivo no puede ser más simple y es que, en nuestro país, ahora mismo sólo tenemos dos individuales femeninas sénior: Sonia y Marta. Ambas deportistas de gran talento.
Debido a la caducidad de las marcas mínimas técnicas, para poder competir en el Campeonato de Europa de Budapest 2014, Marta García necesitaría volver a acreditar la del programa largo y, para ello, debería tomar parte en una competición internacional antes del mes de enero. Su exclusión del programa de financiación de pruebas, le complica en gran medida su objetivo pues, actualmente, sus padres se encuentran en paro, con lo que no pueden costear un desembolso de tal envergadura. El resultado podría ser tan lamentable como la no utilización de la segunda plaza, que a Sonia Lafuente tanto le costó conseguir. Un completo sinsentido.
Pero el caso de Marta es sólo uno más de la larga lista de situaciones que, cada año, obligan a retirarse a muchos patinadores con proyección, debilitando la base de nuestro deporte. Una disciplina que, pese a contar con el Campeón de Europa, tiene los pies de barro.
Un poco de contexto federativo
Fundada en 2006, la Federación Española de Deportes de Hielo (FEDH), como se sabe, está presidida por la hija de Juan Antonio Samaranch, María Teresa. La coordinación general de nuestra disciplina corre a cargo de la Vicepresidenta de Patinaje Arístico y de Velocidad, Gloria Estefanell, que cuenta con la asistencia de Carmen Nadeu, secretaria técnica de la modalidad. Estefanell carece que conocimientos técnicos de patinaje, que no ha practicado en ninguna de sus facetas, y realiza una función más bien gestora, acudiendo a las competiciones como Team Leader del equipo español.
Como sucede en otras federaciones, el máximo organismo es la Asamblea General, que delega en la Comisión, la toma de decisiones en el día a día.
Uno de los puntos clave es, precisamente, la composición de este organismo. En él, están representadas las federaciones autonómicas, clubes, deportistas, entrenadores y jueces / árbitros. Las federaciones con puesto en la Comisión Delegada son la catalana, la madrileña, la vasca y la riojana y, los clubes, el SAD Majadahonda, el Igloo, Puigcerdá y el Iparpolo. Los representantes de los deportistas son Antonio de Mollinedo (curling) y Francisco Javier Navarro (hockey). Por su parte, los entrenadores están representados por Iván Sáez (patinaje artístico), mientras que los jueces / Árbitros, por Daniel Delfa (patinaje artistico).
¡Un momento! ¿Qué miembros del patinaje artístico están presentes? La respuesta es: Carolina Sanz (clubes), Iván Saéz (entrenadores) y Daniel Delfa (jueces). El club más beneficiado dentro de este sistema (SAD Majahonda / Igloo, pues en esencia son lo mismo) cuenta con dos de los tres miembros (Sanz y Sáez) que, además, entrenan al mismo grupo de patinadores. Curioso…
En la Asamblea General, están incluidas todas las federaciones autonómicas y un número mayor de clubes y de representantes del resto de estamentos. Con respecto a nuestra modalidad, se unen Adriá Díaz (deportistas) y Jordi Lafarga (entrenadores). Este último, el tercero en discordia dentro del equipo de Majadahonda. Más curioso todavía.
Recapitulando, el patinaje se gestiona a través de una persona no especialista en nuestro deporte y, en la comisión que ‘corta el bacalao’, está omnipresente el mismo club con el que, para rizar el rizo, la vicepresidenta está relacionada. Vamos, lo que viene siendo el colmo de la independencia.
Esta ecuación se podría ponderar con la existencia de un seleccionador nacional que, de manera independiente, profesional y objetiva, tomara las decisiones técnicas. Desafortunadamente, no contamos con esta figura.
El presupuesto
La mayor parte del presupuesto de la FEDH proviene de la subvención del Consejo Superior de Deportes (CSD). Con los años, esta cifra (que siempre ha sido baja) ha tocado su fondo con la cantidad actual: 432.386 euros, a repartir entre todas las disciplinas que, dicho sea de paso, cada vez son más. En el caso del patinaje, estos fondos se completan con dos patrocinadores: Samsung y Bosco, cuyas aportaciones no se conocen de manera pública.
De cara a los deportistas, existen otros ingresos como las becas de rendimiento deportivo (entre ellas las ADO y que han reducido casi a la mitad sus cuantías) o las ayudas concedidas por las algunas Comunidades Autónomas o federaciones regionales. Dependiendo del nivel de resultados y la residencia, algunos patinadores pueden cobrar muchas ayudas o, lamentablemente, ninguna.
Con esos fondos, la federación realiza actividades, fundamentalmente dos (aunque hay más): el Plan Nacional de Tecnificación Deportiva, que está orientado a la cantera y los fondos destinados al régimen de entrenamiento y competición de las selecciones nacionales júnior y sénior.
Al margen se queda el plan de parejas, que está subvencionado por la Federación Internacional de Patinaje (ISU) gracias a una beca de implantación de nuevas categorías, de la que España disfrutó antes en danza. Este programa, dentro del que se organizó este verano el stage con Franca Bianconi, también contó con fondos del CETDI (Aragón), pues tiene su base en Jaca.
¿Quién decide qué?
Al no haber un Seleccionador Nacional, no existe una figura que decida, objetiva e independientemente, a quién se promociona y por quién se apuesta. La explicación oficial es que la federación realiza informes que remite al Consejo Superior Deportes (CSD) que son lo que determinan qué patinadores entran en el programa de entrenamiento y competición del año siguiente.
Dichos informes son valorados por los técnicos del CSD, en el caso del patinaje Lola Boyé, que tampoco están especializados en nuestro deporte, pues supervisan otras muchas modalidades deportivas completamente diferentes. Algunos de estos técnicos viajan a las grandes competiciones con una presencia meramente testimonial.
Si los responsables de la valoración no tienen instrumentos técnicos para medir ¿En qué se fijan? Pues suponemos que en los resultados y en el contenido valorativo de dichos informes que están elaborados por… He aquí el quid de cuestión. Si no hay conocimiento técnico por parte de los máximos responsables federativos y, el que hay, está sometido a intereses particulares ¿Cómo esperamos un sistema justo?
¿A qué llamamos régimen de arbitrariedad?
Inexistencia de un árbitro y de política seleccionadora. Volvemos a lo de siempre. No hay una figura que, de manera independiente y profesional, decida sobre los asuntos de la Selección Española. No hay nadie que mire más allá de sus intereses particulares y vele por el bien común. Tampoco hay una política de selección establecida. Todo se dedice en base a criterios arbitrarios y caprichosos, que cambian a placer.
Falta de transparencia. A pesar de ser una institución prácticamente financiada con fondos públicos, la FEDH es un organismo absolutamente opaco, que no comunica cómo y con qué criterios utiliza sus recursos ni, prácticamente nada, de su funcionamiento interno. Actualmente esta institución, que se comporta más como una empresa, se encuentra en un proceso de ERE, que obliga a un sistema rotatorio de contratación y despido de su personal.
La acción de lobby. Ciertas decisiones importantes están sometidas al lobby que ejerce el SAD Majahonda / Igloo, cuyos representantes están profusamente presentes en las diferentes esferas. De facto, estas personas no hacen nada malo, simplemente, defienden los intereses de una entidad privada, pues los clubes sí son organismos de esta naturaleza. Algo totalmente legítimo. El problema viene cuando, quien debe hacer de mediador y apoyar el interés general (la federación española), no lo hace. Un poco menos ético, es el lobby que se ejerce hacia el sector de los jueces, dentro de los cuales existe una facción importante a los que se conoce como ‘Ivanistas’. Y es que la ‘independencia’ de los jueces daría para muchos artículos más.
El ‘núcleo duro’ y el ‘pensamiento único oficial’. Todos estos intereses confluyen en un pensamiento único oficial en el que importan, los que lo importan, los que entrenan con El Club. Si se protesta, hay consecuencias, no importa si eres patinador, entrenador o juez. Y esto se evidencia en cada Campeonato de España.
El aquí y el ahora; el gastar sin pensar. Por definición, una federación nacional debe velar por el interés del país y por el futuro del deporte, aplicando una política a diferentes velocidades: corto, medio y largo plazo. Lamentablemente, la FEDH sólo ve el aquí y el ahora y gasta sin pensar. Llevamos a nuestros patinadores estrella a entrenar fuera de nuestras fronteras condenando a los que se quedan; organizamos cursos de parejas, sin saber si estos dúos podrán entrenar (por cierto que la mayoría se han retirado); externalizamos la danza, impidiendo el progreso de esta disciplina; ¿Qué clase de política es ésta? Pues pan para hoy y hambre para mañana.
Nadie piensa en la base. Nos vanagloriamos de tener representantes en las cuatro categorías pero no es más que un espejismo puesto que, al no apostar por la base, esta cifra tiene fecha de caducidad. Tenemos parejas de danza, sí, dos; tenemos parejas de libre, sí, otras dos ¿Dónde está el futuro?
El copago y el ‘eufemismo del año’. Atrás quedaron los tiempos de excesos, de las tres semanas de estancia pagada en Vancouver 2010, del Congreso de la ISU en Barcelona y de las grandes comitivas en campeonatos. Ahora obligamos a nuestros patinadores a un sistema de copago. Desde el año pasado, se ha abierto la puerta a la financiación personal de las competiciones y al eufemismo del año: propuesta de salida (traducción: la federación pide a los patinadores que escojan y paguen los gastos de las pruebas). Pero no nos equivoquemos, esto afecta a todos, desde los que entrenan con gurús internacionales, hasta los que lo hacen de manera más modesta en suelo patrio. Todos ellos soportan una importante carga de gastos que, cada año, deja en la cuneta a deportistas con talento cuyas familias, simplemente, no pueden afrontar este carísimo tren. Los patinadores importantes tienen asignadas un cupo de competiciones, si no logran sus objetivos (mínimas, por ejemplo), tienen que financiar otras, incluyendo el desplazamiento del entrenador. Y a esto hay que sumar los gastos del día a día. ¿A alguien le extraña que la Selección Española Sénior tuviera que vender calendarios el año pasado?
Los patinadores y programas no financiados. En este universo, financiación (o parte de ella) equivale a contar contigo; si no la tienes, sencillamente, no interesas. Languidecerás hasta que, poco a poco, te des cuenta de que no hay más salida que dejarlo. Nos tememos que el patinaje sincronizado o el ballet (disciplina no ISU) tendrán que esperar a tiempos mejores.
La falta de fondos. Este problema tiene tres patas: 1) Arbitrariedad 2) Falta de profesionalidad y 3) Escasez de fondos. Si no hay dinero ¿Por qué no se busca con más ahínco? ¿Por qué la federación no tiene un responsable de márketing, como la mayoría? Hay muchas fórmulas para lograr ingresos complementos: venta de la línea textil de Bosco y de merchadising, comercialización de stands y espacios publicitarios en los grandes campeonatos, realización de exhibiciones, búsqueda activa de patrocinadores (de verdad, ¿sólo hemos conseguido involucrar a dos marcas?), etc.
Cada patinador es un tesoro. Hace algún tiempo, escuchamos decir a un entrenador@ que un patinador que hacía doble axel era una molestia, pues sacaba más dinero enseñando cruzados a grupos escolares. Hemos montado un deporte donde, aparentemente, los que menos importan son los patinadores a los que deberíamos cuidar como un tesoro ¿Cómo diablos vamos a sobrevivir así? ¿Nadie es capaz de pensar más allá de propias sus narices?
NOTA
Madrid, 14 de octubre de 2013 - Desde Hielo Español queremos agradecer a todas las personas que os habéis interesado por la situación de Marta García. Comentaros que, no os preocupéis, porque el tema se está tratando por las instancias competentes, que son las que se tienen que encargar de este asunto.
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